Día 1... CATARSIS
Hace unos días resucité, no sé muy bien cómo, mi primera cámara digital. Es una Konica Minolta Dinax 7D que me compré allá por el 2005 después de ahorrar durante mucho tiempo.
Es una cámara con un sensor APS de 6,1 MP (mi móvil actual tiene más resolución) que me permitía usar los objetivos de mis añoradas cámaras analógicas.
Aún recuerdo la emoción de abrir su caja y estrenarla fotografiando todo lo que se me ponía a tiro; también recuerdo las horas de estudio que me llevó el salto al mundo digital... pero, sobre todo, recuerdo el universo de posibilidades creativas y artísticas que se abrían ante mi.
Han pasado 11 años. Hoy es el día de año nuevo y lo primero que he visto al despertar (realmente ha sido lo segundo, lo primero ha sido a Neva mirándome con su cara de "Quiero salir") es mi antigua cámara retándome encima del escritorio. Desafiándome para ver si era capaz de rememorar aquellas sensaciones de hace más de una década.
A todo esto Neva me ha traído la correa hasta la cama y esta vez su cara era la de "Déjate de tonterías y tira, que si no te armo un cristo en casa". En menos de 10 minutos ya estaba aseado, vestido y desayunado. Y cuando me he plantado en la calle me ha surgido la gran pregunta:
- Vale, y ahora ¿qué?.
Una de las cosas que tenía hace 11 años era la motivación del descubrimiento, la cual con el tiempo fue disminuyendo y compensándose con la motivación de la exigencia (esto ya sé como se hace, ahora voy a mejorarlo). Pero lo que tenía muy claro es que hoy no quería exigirme nada, lo único que deseaba era hacer algo que no hacía desde hace mucho tiempo y al final me he decidido por recuperar aquella sensación que se tenía cuando se disparaba en analógico, la sensación de captar una imagen y no saber hasta que la revelabas si lo habías hecho bien o si habías metido la pata en algo y tenías que volver a repetirlo.
Para ello he desconectado el visualizador de imagen de la pantalla, he puesto la cámara en .jpg y he configurado los parámetros de contraste, brillo y saturación para conseguir una imagen un pelín desaturada pero a la vez con un contraste alto (esto último no ha servido para nada, porque el procesador de la cámara es una de las cosas que no funciona y al final he tenido que aplicar un filtro a la hora de descargar las fotos).
La idea de este reto es visualizar la imagen antes de disparar el obturador; ser capaz de ajustar la cámara para que esa escena que tienes en mente quede plasmada en el fotograma. Y he de reconocer que me siento muy satisfecho con lo que he hecho
Como no tenía muy claro donde ir me he decantado por hacer algo que siempre quise hacer, meterme por calles de Palma por las que nunca he ido y la verdad es que he pasado 5 horas descubriendo pequeños rincones de mi ciudad, la cual, para bien y para mal, nunca deja de sorprenderme.
Al final de todo esto saco una conclusión: me sigue apasionando la fotografía.
Y para ello este año me he marcado como reto crear un diario visual exclusivamente con mi vieja Konica Minolta, del cual esta es mi primera entrada.
Espero no haberos aburrido demasiado.
Un saludo a tod@s y felices fotos!!!!!!
PD.: Neva también ha quedado encantada con el día de hoy, tanto que se ha pegado una siesta de casi 4 horas... eso si, ya la vuelvo a tener aquí al lado, con la correa en la boca y con su cara de "Déjate de tonterías y tira para la calle que ya toca"